“El primer decreto anunciado por el Gobierno de Turquía en el marco del estado de emergencia aumenta el periodo de detención preventiva de cuatro a 30 días”, advirtió la embajada de EE.UU. en un comunicado emitido el lunes.
De igual modo, pidió a los ciudadanos norteamericanos que en caso de ser arrestado o detenido, pidan a la policía o las autoridades carcelarias que notifiquen de inmediato a la sede diplomática de EE.UU.
El primer decreto anunciado por el Gobierno de Turquía en el marco del estado de emergencia aumenta el periodo de la detención preventiva de cuatro a 30 días”, advirtió la embajada de EE.UU.
El pasado 15 de julio, un grupo de militares intentó hacerse con el poder en Turquía, cerrando varios puentes y tomando el control de algunos edificios gubernamentales en las dos ciudades más importantes del país, Estambul y Ankara (la capital). Sin embargo, pocas horas tras la tentativa, las autoridades turcas anunciaron que habían retomado el control de la situación.
Tras la fallida sublevación militar, el Gobierno turco decretó estado de emergencia durante tres meses y lanzó una masiva purga en las fuerzas armadas y una campaña de arrestos y despidos masivos en sectores públicos y universitarios.
Las relaciones de Turquía y Occidente, sobre todo EE.UU., se han visto afectadas tras la asonada militar. Erdogan acusó a EE.UU. de "haber dejado a los turcos solos" y de apoyar el golpe en lugar de defender un país que ha hecho fracasar la práctica de unos “traidores” a la patria.
El vice primer ministro turco, Numan Kurtulmus, ha confirmado que las autoridades del país han detenido a al menos diez ciudadanos extranjeros por su supuesta relación con la asonada militar, informó el lunes el diario británico The Independent.
Cuatro de los detenidos, prosiguió Kurtulmus, serán enjuiciados por apoyar al autoexiliado líder opositor turco, Fethulá Gülen, a quien las autoridades turcas acusan de haber instigado la fallida rebelión militar.
mjs/rha/msf
