Este día, también conocido como la fiesta del Sacrificio, hace alusión a un pasaje recogido tanto en la Biblia como en el Corán, donde se muestra la voluntad del profeta Abraham (la paz sea con él) para sacrificar a su hijo Ismael como acto de obediencia a Dios.
Abraham iba a sacrificar a su propio hijo por orden divina, pero Dios Todopoderoso intervino y le entregó un cordero para que lo ofrendara en lugar de este.
De ahí que los musulmanes, por tradición, celebren el Eid al-Adha sacrificando distintos animales como ovejas, carneros, cabras, vacas o camellos.
En Irán, la festividad de ese día comienza con la celebración de la oración del Eid en todas las ciudades, donde la gente distribuye la carne sacrificada entre familiares, amigos y personas de bajos recursos.
El presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, ha felicitado la fiesta del Sacrificio a todos los musulmanes y deseado más unidad y solidaridad entre la comunidad islámica.
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