Fátima az-Zahra, única hija del Profeta del Islam y transmisora de la línea de sucesión consanguínea de la Casa Profética, nació en el año 607 en la Meca y fue martirizada en el año 632 en Medina, en la actual Arabia Saudí.
La familia del Profeta, que desciende del linaje de Fátima (P), es considerada sagrada por los musulmanes chiíes, ya que según los hadices (dichos y narraciones), el profeta del Islam (P) recomendó a los musulmanes considerar el sagrado Corán y su familia como fuentes de la religión islámica después de su muerte.
En un hadiz se narra que el Profeta dijo: “La primera persona que entrará en el paraíso será Fátima”.
Para los musulmanes chiíes, ella es fuente de inspiración y el símbolo supremo de las virtudes femeninas y ejemplo perfecto para todas las hijas, esposas y madres que luchan por la construcción de sociedades sólidas y sanas.
En Irán, el pueblo decora las mezquitas, casas, calles y tiendas con coloridos adornos y luces, asimismo, distribuye dulces para conmemorar este gran día. Las florerías, pastelerías, joyerías y otras tiendas iraníes están más concurridas que en otros momentos del año. Cada persona, a su modo, homenajea a su madre y a su esposa.
Muchas familias iraníes acostumbran a reunirse y realizar algún acto en nombre de las madres o abuelas. De esta forma, destacan que la madres es una parte esencial del núcleo familiar ya que la mujer y la familia son dos temas inseparables tanto en las directrices islámicas como en la cultura iraní.
El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, en declaraciones hechas el jueves con motivo del Día de la Mujer, elogió el exitoso papel de las mujeres iraníes en todos los aspectos tanto en la familia como en el campo científico, mientras criticó el doble rasero de los occidentales en cuanto a esta parte fundamental de la sociedad.
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