“El Gobierno de la República Árabe Siria condena enérgicamente la peligrosa escalada sin precedente de las autoridades de ocupación israelíes en el Golán sirio ocupado y su persistencia en las prácticas de asentamiento y violaciones graves y sistemáticas que equivalen a crímenes de guerra”, ha hecho hincapié este lunes la Cancillería siria.
En un comunicado, ha denunciado la provocadora visita del primer ministro israelí, Naftali Bennett, al Golán ocupado sirio, donde ha celebrado una reunión de su gabinete y comunicado la decisión de duplicar el número de colonos en esta región.
La Cartera siria también ha denunciado los crímenes de Israel en ese territorio, incluidos la confiscación de tierras y bienes, el cambio demográfico y el robo de recursos naturales que buscan perpetuar su ocupación del Golán y su judaización.
El Golán sirio ocupado, en virtud de la legitimidad internacional y el derecho internacional, es una parte integral del territorio de Siria, por lo que Damasco promete trabajar para devolverlos completamente al país levantino por todos los medios disponibles garantizados en el derecho internacional, agrega el texto.
“El Gobierno sirio renueva su firme y fuerte apoyo a sus ciudadanos sirios, el pueblo del Golán sirio ocupado, que se mantienen firmes en su resistencia a la ocupación israelí y su rechazo a la decisión de anexar el Golán a la entidad de ocupación y la política de incautación de tierras y propiedades llevada a cabo por las autoridades de ocupación”, ha subrayado la Cartera.
En este sentido, ha llamado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus Estados miembros a asumir sus responsabilidades y presionar a Israel para que ponga fin a su ocupación del Golán sirio.
A su juicio, la conducta provocadora israelí no habría llegado hasta tal punto sin la protección que le brindan las Administraciones estadounidenses desde que el régimen israelí cometió el crimen de anexarse de los ocupados Altos del Golan en 1981.
Israel ocupó parte de la meseta del Golán, tras la guerra de los Seis Días en 1967, e incorporó esta zona a su sistema jurídico en 1981, lo que implica una anexión de facto, que fue rechazada por organizaciones mundiales, como la Asamblea General (AGNU) que declaró “sin valor” la decisión de Israel de imponer su jurisdicción en la zona.
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