Conforme ha anunciado este lunes la agencia oficial siria de noticias SANA, EE.UU. ha trasladado a su base ilegítima en Al-Tanf a 70 extremistas de Daesh, que estaban detenidos en una cárcel controlada por la milicia kurdo-árabe Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), aliada de EE.UU., en la provincia nororiental de Al-Hasaka.
Washington apoya a los terroristas de Daesh con el objetivo ulterior de materializar sus planes en la región de Asia Occidental, denuncia SANA, citando a fuentes locales, que hablaron bajo condición de anonimato.
Al respecto, las fuentes anónimas han explicado que las fuerzas estadounidenses en Al-Tanf suministran armas a los takfiríes y les brindan protección al trasladarlos de un lugar a otro para implementar sus planes hostiles contra Siria.
Según ha revelado un informe reciente, EE.UU. tiene un nuevo plan para renovar la estructura de Daesh y justificar así su presencia en Siria, so pretexto de combatir a la banda takfirí, pero, en realidad, con el fin de saquear las riquezas del país árabe.
En esta misma línea, los helicópteros de EE.UU. transfirieron el jueves a otros 100 presos de Daesh de Al-Hasaka a las líneas fronterizas con Irak bajo la administración y la supervisión de las fuerzas estadounidenses. Fueron liberados tras ser armados para lanzar ataques contra las posiciones del Ejército sirio y sus aliados en Siria, advirtieron fuentes familiarizadas con el tema.
El desesperado intento de Washington se produce en medio de grandes avances cosechados por el Ejército sirio frente a los remanentes terroristas de Daesh en su territorio.
El Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, siempre ha considerado ilegal la presencia de las tropas estadounidenses en su suelo, reiterando que estas tropas y el apoyo armamentista, logístico y financiero que Washington brinda a los grupos terroristas han complicado la crisis en la que sigue sumido el país.
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