La misión diplomática de Rusia en Kiev, capital de Ucrania, sufrió un ataque el sábado por la noche cuando una multitud de radicales en su mayoría de extrema derecha se reunió frente a la embajada y disparó pistola de bengalas que golpeó el techo del edificio.
En reacción, el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores ha enviado este lunes una carta a la Cancillería ucraniana para expresar su protesta por los hechos, ha indicado la portavoz de la Cartera rusa, María Zajarova, según cita la agencia local de noticias Sputnik.
La Cancillería ha urgido a las autoridades ucranianas que “identifiquen” y “procesen” a todos los implicados en este acto “ilegal”, “provocativo”, que se realizó ante los ojos de “numerosos” agentes policiales, ha añadido la diplomática.
“En una feliz coincidencia, se impidió la propagación del fuego. Los extremistas rasgaron la bandera nacional (rusa) y corearon consignas extremistas. Pese a la presencia de numerosos agentes policiales, los instigadores y criminales de estos actos ilegales no fueron detenidos”, ha denunciado Zajarova.
No es la primera vez que los centros diplomáticos rusos son blanco de ataques a manos de los radicales ucranianos. En 2018, los ultranacionalistas incendiaron el consulado ruso en la ciudad ucraniana de Lvov.
Pese a leyes internacionales que obligan al país anfitrión a garantizar la seguridad de las misiones diplomáticas y su personal, las autoridades ucranianas siempre han sido reacias a investigar los incidentes de esta índole. La inacción de Kiev se realiza ante la vista gorda que hacen los aliados occidentales de Ucrania frente a tales ataques.
La relación entre ambos países se enrareció después de que la península de Crimea decidiera en 2014, reincorporarse la Federación de Rusia a través de un referéndum.
Kiev y sus aliados occidentales nunca perdonaron a Moscú por haber dado luz verde al Sí contundente de los crimeos, por lo que EE.UU. y la Unión Europea (UE) le pusieron varias rondas de sanciones por lo que llaman “la anexión” de Crimea por el Kremlin.
Pese a todo eso, el presidente ruso, Vladimir Putin, considera que el acercamiento entre Rusia y Ucrania es algo inevitable.
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