La Cancillería rusa ha condenado este lunes en un comunicado la sistemática represión del régimen de Israel contra los palestinos y el “absolutamente inaceptable uso indiscriminado de la fuerza contra la población civil”.
Asimismo, ha instado a abstenerse de medidas que provoquen una escalada de la tensión y ha abogado por abrir una investigación independiente y transparente de los incidentes ocurridos durante las protestas de los palestinos. Hace algunos días el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, hacía el mismo llamamiento.
Tras destacar la necesidad de tomar medidas urgentes para desescalar el conflicto, ha exigido esfuerzos políticos concretos para lograr una paz duradera entre palestinos e israelíes dentro del marco legal internacional.
Ante la brutalidad israelí en la Franja de Gaza, la fiscal jefa de la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, Fatou Bensouda, advirtió que la CPI podría enjuiciar al régimen de Israel por la matanza de los palestinos en las manifestaciones realizadas desde el 30 de marzo.
El régimen de Tel Aviv ha recibido duras críticas de muchos países y organismos internacionales, como la Unión Europea (UE), por utilizar fuego real contra los palestinos a lo largo de la frontera del enclave costero con los territorios ocupados.
Las autoridades israelíes han amenazado a los palestinos con una fuerte represión, si volvían a organizar marchas, mientras que confirman que seguirá en vigor la política del “gatillo fácil” contra los manifestantes.
La nueva escalada de represión del régimen de Tel Aviv se ha desencadenado a raíz de la decisión de Washington de reconocer la ciudad palestina de Al-Quds (Jerusalén) como la capital israelí y de trasladar allí su embajada, ante lo cual las organizaciones palestinas han llamado a seis semanas de protestas para reivindicar el derecho de los refugiados palestinos a retornar a sus tierras originarias.
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