La magnitud del desastre ha quedado patente en espectaculares imágenes de satélite, informa la agencia británica Reuters. De acuerdo con los datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, más de 40.000 hectáreas de bosques portugueses han sido destruidas por el fuego, una cifra altísima, considerando el promedio de menos de 10.000 hectáreas quemadas en esta época del año entre 2008 y 2016.
El incendio, causado por un rayo, se originó el sábado a unos 200 kilómetros al norte de Lisboa (la capital) y se extendió a tal velocidad que muchas personas quedaron atrapadas entre las llamas mientras trataban de huir.
El mayor foco se localizó cerca de Pedrógão Grande, en el centro del país, y fue extinguido también el miércoles. Sin embargo, otros incendios más pequeños siguieron ardiendo al norte de la localidad.
Se espera que las temperaturas anormalmente altas que Portugal ha estado experimentando en las últimas semanas y que han exacerbado las llamas, disminuyan en los próximos días, lo que ayudará a los bomberos a extinguir el fuego.
El primer ministro de Portugal, António Costa, describió el incendio como "la mayor tragedia en vidas humanas que hemos conocido en años".
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