• Partidarios del movimiento popular yemení Ansarolá durante una manifestación contra las agresiones de la coalición saudí.
Publicada: jueves, 14 de enero de 2021 15:36
Actualizada: jueves, 14 de enero de 2021 17:37

El embajador de Irán en Saná, capital yemení, denuncia que declarar terrorista a Ansarolá reafirma que la guerra contra Yemen es un plan estadounidense.

A través de un mensaje emitido este jueves en su cuenta en Twitter, el diplomático iraní Hasan Irlu ha cuestionado la intención de Estados Unidos de incluir al movimiento popular yemení Ansarolá en su lista de organizaciones “terroristas”.

A su juicio, Washington, decepcionado por el fracaso de las presiones y la agresión de sus aliados árabes contra Yemen, recurrió a esta medida con el fin de socavar las conversaciones de paz en el país más pobre del mundo árabe, las cuales fueron patrocinadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La decisión de Estados Unidos carece de legitimidad y es una señal de que la guerra contra Yemen es una guerra estadounidense-sionista, [pues, la medida] ha sido tomada tras una serie de repetidas victorias de Ansarolá y la desesperación y el fracaso de la alianza árabe, con el fin de completar la agresión y el asedio contra el pueblo yemení y complicar el camino de las conversaciones de paz, auspiciadas por las Naciones Unidas”, ha aseverado Irlu, sancionado, a su vez, por el Gobierno norteamericano.

 

El portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, calificó el miércoles el paso del Departamento de Estado de Estados Unidos como el último intento de la Administración del saliente presidente norteamericano, Donald Trump, por completar su papel “destructivo” en la “vergonzosa” guerra impuesta a Yemen y bloquear la misión conciliadora de la ONU.

Estados Unidos ofrece todo tipo de apoyo a su principal aliado en la región de Asia Occidental, es decir Arabia Saudí, que, desde marzo de 2015, junto a sus socios, ha lanzado una guerra injusta contra el pueblo de Yemen para restaurar en el poder el expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi.

La nueva medida de la Casa Blanca contra Ansarolá, que requiere ser confirmada por el Congreso el 19 de enero, tiene lugar, a pesar de las advertencias de agencias rescatistas y la ONU, que aseguran que estas sanciones dificultarán, aún más, los proyectos y cooperaciones para llevar y entregar ayuda humanitaria al pueblo yemení, asediado desde 2015 por los agresores saudíes.

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