En una carta dirigida al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y al presidente del Consejo de Seguridad Nacional iraní, 23 grupos y asociaciones independientes de diferentes universidades del país persa han indicado que la pandemia de la COVID-19, causada por el nuevo coronavirus, ha causado graves daños mortales, sociales y económicos en el mundo, especialmente en los países subdesarrollados.
Dicho eso, la misiva, divulgada el miércoles, precisa que Estados Unidos hace uso de políticas hostiles e inhumanas para materializar sus objetivos, incluso armas biológicas.
Al respecto, los activistas explican que Estados Unidos comenzó en 1943 un programa para obtener armas biológicas que estuvo activo oficialmente hasta 1969, cuando el entonces presidente del país norteamericano, Richard Nixon, aparentemente lo canceló. Sin embargo, el Ejército de EE.UU. dio inicio a un programa de defensa microbiológica en 1953 en paralelo con el programa anterior, y hasta el día de hoy ha continuado con su proyecto.
“Han estudiado al menos 18 factores biológicos diferentes que tienen el potencial de ser utilizados como armas biológicas, algunos de estos son animales que se consumen en la dieta y otros apuntan a los productos agrícolas”, se lee en el documento.
Estados Unidos, puntualiza el texto, también llevó a cabo una extensa investigación en colaboración con el Reino Unido y Canadá, y fortaleció los conocimientos científicos en relación con la guerra biológica durante la Guerra Fría y un ejemplo de que usó armas biológicas podría ser la Guerra de Corea (1950-1953). “Estados Unidos ha reconocido que es capaz de producir tales armas. A fines de la década de 1960, el Ejército norteamericano amplió su arsenal de municiones y armas biológicas, así como realizó pruebas de sífilis en Guatemala (1946-1948), por lo que en 2010 y después de 62 años, el expresidente de EE.UU. Barack Obama, se vio obligado a disculparse ante el pueblo guatemalteco”, resalta la nota.
Tras citar declaraciones de autoridades y políticos estadounidenses y un informe del Ministerio de Defensa de Rusia que, en todos los casos no rechazan la idea de que la COVID-19 es un arma biológica fabricada por EE.UU., los académicos iraníes han alertado que la pandemia en Irán ha vuelto peligrosa y dañina la situación para miles de personas que han sido infectadas con este virus, debido a las sanciones severas y unilaterales estadounidenses que impiden el acceso del país persa a los medicamentos y equipos médicos necesarios; un hecho que se considera una violación abierta de las normas internacionales.
“Considerando el papel del Gobierno de EE.UU. en la producción y propagación de esta enfermedad en el mundo y debido a la amenaza que supone a los derechos humanos —conforme el artículo 6 del acuerdo internacional de Derechos Civiles y Políticos—pedimos a ustedes la formación de un comité de investigación al respecto”, reseña la carta.
Asimismo, se recuerda que “de acuerdo con el artículo 19, si un gobierno presenta una solicitud a la ONU para enviar un comité a otro país, su solicitud debe ser informada a ese país y su gobierno debe emitir su decisión de inmediato y los gobiernos de otros países deben cooperar con el comité de la verdad y ofrecer ayuda necesaria”, concluye.
Washington aplica “el terrorismo médico” contra Teherán por lo que enfrenta duras críticas y condenas tanto de Irán como de otros países y organizaciones internacionales.
Pese a los llamados a nivel mundial, EE.UU. se ha negado a levantar sus sanciones contra Teherán en medio de la pandemia de la COVID-19, complicando la lucha del país persa contra dicha enfermedad.
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