Mohamad Mehdi Zahedi, presidente del Comité de Educación e Investigación del Parlamento iraní, ha denunciado este viernes que imponer sanciones relacionadas con el medicamento y los dispositivos médicos y presionar a otros países para que no los suministren a Irán es “un acto inhumano” y “un crimen de guerra”.
“Su acto inhumano y criminal forma parte de la conspiración biológica en marcha de la hegemonía mundial”, ha indicado Zahedi a los medios locales, antes de acusar a países hegemónicos de estar detrás de la propagación del temido coronavirus 2019 (COVID-19) en el mundo.
Distintos investigadores y expertos, de acuerdo con el alto parlamentario, coindicen en que la fabricación y la propagación global del COVID-19 también es “una conspiración biológica”, ejecutada por la hegemonía mundial.
De ser correcta la hipótesis, luchar contra el nuevo virus es equivalente a luchar contra “todas las conspiraciones” de la arrogancia mundial, un acto que requiere la participación de toda la nación persa, tal y como hizo en los ocho años de defensa sagrada (1980-1988) ante la agresión militar del entonces dictador iraquí Sadam Husein, ha afirmado Zahedi.
La jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, anunció el 4 de marzo, que el ente que lidera ofrece aproximadamente 50 mil millones de dólares a través de servicios financieros de emergencia con rápido desembolso a países de bajo ingreso y de mercados emergentes que podrían solicitar apoyo.
Sin embargo, se desconoce si EE.UU., como país miembro y anfitrión permanente del FMI, permitiría que países sancionados económicamente, como Irán, disfruten de la generosa donación.
Aunque el origen del brote del virus aún es un enigma, Philip Giraldi, exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. opina que su país podría haber “creado” al temido virus, en colaboración con Israel, en un intento por dañar a China e Irán, países a los que considera “enemigos”.
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