El secretario del Consejo de Discernimiento del Sistema de Irán, Mohsen Rezai, en un comunicado emitido el jueves, denunció el surgimiento de creencias extremistas y peligrosas contra los musulmanes en diferentes partes del mundo.
Al respecto, citó la plena “catástrofe humanitaria” contra la comunidad musulmana en La India, el genocidio contra los Rohingya en Myanmar (Birmania) y la creación de los grupos takfiríes como EIIL (Daesh, en árabe) en la región de Asia Occidental.
El político iraní aseveró que todos estos fenómenos se diseñan en las organizaciones de seguridad e inteligencia del Occidente, en concreto del régimen israelí.
“La agencia de espionaje del régimen sionista ha invertido desde hace mucho tiempo en La India en las acciones extremistas. El Gobierno indio tendrá días oscuros si no se despierta y corta las manos misteriosas del régimen sionista desde su territorio”, advirtió.
Rezai también puso en entredicho la coincidencia del genocidio de la minoría musulmana en Myanmar con el viaje de la exsecretaria del Departamento de Estado de EE.UU. Hillary Clinton a este país asiático, y la de los recientes crímenes de lesa humanidad contra los musulmanes en La India con una visita que hizo el mes pasado el actual presidente norteamericano, Donald Trump, al territorio indio.
“Esta coexistencia demuestra que los crímenes coordinados con los líderes de Estados Unidos son objetos de la ignorancia del Occidente y se excluyen de las revisiones relacionadas con los derechos humanos”, censuró.
El Parlamento indio aprobó en diciembre una ley que permitirá a Nueva Delhi dar la nacionalidad a millones de migrantes indocumentados que entraron en La India, procedentes de Afganistán, Bangladés y Paquistán antes de 2015, siempre que no sean musulmanes. Los analistas denuncian que la ley busca una limpieza étnica musulmana.
Desde entonces, se han registrado feroces choques entre manifestantes musulmanes, extremistas hindúes y la Policía india.
El Gobierno indio, que también en 2017 desplegó fuerzas en su frontera con Bangladés y usó gases lacrimógenos para impedir el acceso a su territorio de los musulmanes Rohingya, defiende el uso de la fuerza por parte de la Policía contra los manifestantes.
Sin embargo, todas estas medidas, no han hecho nada más que aumentar la ira de los manifestantes en un país como La India, con una historia de convivencia delicada.
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