El presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani, en declaraciones efectuadas este sábado con motivo de la conmemoración de la Semana de Defensa Sagrada de Irán se ha referido al apoyo financiero y militar brindado por algunos países del Oriente Medio, entre ellos, Arabia Saudí y Kuwait, al ajusticiado dictador iraquí Saddam Husein, durante la guerra impuesta contra la República Islámica de Irán (1980-88), considerando que se trató de un craso error.
“Aprendan de sus errores y no se dejen engañar por gobiernos que probablemente buscan convertir la región en escenario de sus incursiones. Ustedes han experimentado la consecuencia de su apoyo a Saddam”, ha advertido el titular iraní.
“Aprendan de sus errores y no se dejen engañar por gobiernos que probablemente buscan convertir la región en escenario de sus incursiones. Ustedes han experimentado la consecuencia de su apoyo a Saddam”, advierte Ali Lariyani, presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán.
Lariyani también ha señalado una importante realidad, Irán, un país “poderoso”, jamás ha invadido a sus vecinos y nunca lo hará, pero ha advertido a los enemigos de que si se produce cualquier tipo de agresión al territorio iraní, se las verán con un “frente nacional unido”.
Tras calificar la Defensa Sagrada de Irán de un gran logro para el pueblo, considera que la Defensa Sagrada es un símbolo del levantamiento nacional contra el enemigo.
La Defensa Sagrada, apostilla, fue un fenómeno excepcional a nivel mundial, ya que ocurrió poco después de la victoria de la Revolución Islámica y el pueblo afrontaba muchos problemas.
El 31 de shahrivar de 1359 del calendario persa, septiembre de 1980, comenzó la guerra impuesta por el antiguo régimen baasista de Irak contra la República Islámica de Irán, y por ello cada año, en esta misma fecha (este año coincide con el 21 de septiembre) se celebra el aniversario del inicio del conflicto, y durante una semana se realizan diferentes programas conmemorativos.
Irak, como primer acto de guerra contra Irán, invadió la provincia de Juzestán, en el sur del país, con 190 000 hombres, 2200 tanques, 450 aviones y armas químicas, suministradas por gobiernos como Arabia Saudí, la Unión Soviética, Estados Unidos y Francia.
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