Las fuerzas israelíes detuvieron la tarde del viernes al alto clérigo musulmán, el sheij Ekrima Sabri, el orador e imán de la Mezquita Al-Aqsa, ubicada en la ciudad ocupada de Al-Quds (Jerusalén), mientras estaba en su casa.
En breves declaraciones hechas a la prensa camino a la estación policial en esta ciudad ocupada palestina, el sheij Sabri denunció que “las incursiones de las fuerzas israelíes a casas palestinas nunca se detendrán”.
Fuentes locales han indicado al medio The New Arab, con sede en el Reino Unido, que esperan más detenciones de prominentes figuras y activistas palestinos en vísperas de la reapertura de Al-Aqsa, que tendrá lugar este domingo.
El sitio, que es considerado como símbolo nacional de Palestina, fue cerrado hace dos meses ante la rápida propagación del nuevo coronavirus, causante de la COIVD-19.
Zionist forces arrested Shaikh Ekrima Sabri at his home in #Jerusalem today.#Group4PalestineFlag @middneews pic.twitter.com/IxavvsjyaC
— Middle East News (@middneews) May 29, 2020
En otro acto hostil, las fuerzas israelíes bloquearon en la misma jornada del viernes el acceso de los fieles a la Mezquita de Ibrahim, en Al-Jalil (Hebrón), una ciudad cisjordana en la que vive un millar de colonos judíos, que se cuentan entre los más radicales.
Las autoridades religiosas palestinas explicaron que las fuerzas de ocupación establecieron puestos de control militar en las cercanías de la mezquita y a lo largo de las calles que conducen a la misma, e impidieron a los palestinos que llegaran y rezaran en este lugar sagrado.
El acto de mantener vacía a la Mezquita de Ibrahim contradice las convenciones internacionales que garantizan libertad de culto, denunciaron los altos líderes religiosos.
Por su parte, las autoridades palestinas han advertido que “ataques a los fieles” en Al-Quds, así como cualquier medida que cambie el estado religioso e histórico de la Mezquita Al-Aqsa, en concreto, deteriorará aún más la situación y provocará una escalada de la tensión en la ocupada palestina.
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