• Basem Naim, alto responsable del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS).
Publicada: jueves, 19 de octubre de 2017 10:55

HAMAS repudia la ‘injerencia’ estadounidense en los asuntos palestinos y considera a la Administración de Trump un servidor de los intereses de Israel.

“Es una injerencia flagrante en los asuntos palestinos. Nuestro pueblo tiene derecho de elegir su propio gobierno en función de sus intereses estratégicos”, ha dicho este jueves Basem Naim, alto responsable del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS).

La Administración estadounidense de Donald Trump, agrega, se expresa bajo la presión del régimen de “extrema derecha de Israel y se alínea con las declaraciones del (primer ministro israelí, Benyamin) Nentanyahu de hace dos días”.

El pasado 12 de octubre, HAMAS y el Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah) acordaron poner fin a las fisuras y entablar un gobierno de unidad nacional palestina, tras varias rondas de diálogos.

Es una injerencia flagrante en los asuntos palestinos. Nuestro pueblo tiene derecho de elegir su propio gobierno en función de sus intereses estratégicos”, ha dicho Basem Naim, alto responsable del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS).

 

En virtud de esta reconciliación nacional, HAMAS entregará el “control total” de la Franja de Gaza a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a partir del 1 de diciembre, y Al-Fatah implementará la iniciativa de un gobierno de unidad antes de las elecciones generales, que se celebrarían en el plazo de un año.

El premier israelí, enfurecido por la reconciliación, alegó que tal acuerdo dificulta la paz palestino-israelí y condicionó la reanudación del proceso de paz con el desarme de HAMAS —movimiento que controla la asediada Franja de Gaza desde 2007—.

Este jueves, el emisario estadounidense para Oriente Medio Jason Greenblatt, haciendo eco de los comentarios de Netanyahu, ha insistido en que en un eventual gobierno de unidad nacional, Palestina debe reconocer a Israel y HAMAS desarmarse, entre otras condiciones.

Israelíes y palestinos retomaron en julio de 2013 las negociaciones de paz, tras una interrupción de tres años, con la mediación de EE.UU. liderada por el entonces secretario de Estado, John Kerry, pero no hubo acuerdo por el obstruccionismo de la parte israelí, ya que no estaba dispuesta a dejar de construir asentamientos ilegales en los territorios palestinos.

A pesar de que Trump había mostrado su intención de ser el presidente que consiga la paz entre Israel y Palestina, su postura proisraelí ha dado luz verde al gabinete de Benyamin Netanyahu a acelerar la edificación de colonias ilegales en las tierras palestinas, bloqueando así cualquier posibilidad de paz.

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