El entierro, producido dos meses después de la muerte de Al-Sharif, de 21 años, tuvo lugar mientras se escuchaban lemas contra el régimen de Israel y la ocupación de los territorios palestinos.
Elor Azaria, soldado israelí que remató a Al-Sharif, desveló su deseo de matar a su víctima cuando ya estaba reducida en el suelo, y dijo durante las investigaciones que “el terrorista tiene que morir”.
zss/ktg/nal