Publicada: domingo, 12 de junio de 2022 17:10
Actualizada: lunes, 13 de junio de 2022 6:29

El secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, deja claro a Israel que no puede robar el gas de los libaneses.

Nasralá alertó que su movimiento no se “quedará de brazos cruzados” mientras Israel extrae gas de natural del campo Karish en una zona marítima en disputa en el Mediterráneo, y amenazó con que Hezbolá es capaz de impedir la perforación de Israel, incluso por la fuerza.

El Líbano se ha enfurecido en los últimos días por una nueva plataforma de perforación que llegó el pasado domingo al campo de Karish. Desde 2020, las dos partes han estado manteniendo conversaciones inusuales para resolver la disputa bajo la mediación de Estados Unidos.

El líder de Hezbolá afirmó que Israel no debería comenzar a perforar hasta que se completen las conversaciones. “La Resistencia libanesa no puede quedarse de brazos cruzados ante el consumo excesivo de los recursos de El Líbano y la única esperanza para El Líbano. No puede quedarse de brazos cruzados, ni lo hará, con la voluntad de Dios”, aseveró.

“Prometemos al pueblo libanés: la Resistencia definitivamente tiene la capacidad financiera, militar y de seguridad para evitar que el enemigo extraiga el petróleo y gas del campo Karish. Ningún paso tomado por el enemigo puede proteger esta nave o esta operación de extracción”, añadió Nasralá.

Las declaraciones de Nasralá se produjeron después de que medios israelíes revelaran que este régimen pretende instalar un sistema de defensa antimisiles para proteger dicho campo de gas.

¿Qué está en juego?

El Líbano e Israel están ubicados en la cuenca del Levante, donde se han descubierto una serie de grandes campos de gas submarinos desde 2009. Israel ya produce y exporta gas.

El único intento de perforación de El Líbano, un pozo exploratorio en 2020, encontró rastros de gas, pero no reservorios, según la empresa Total de Francia, parte de un consorcio con las compañías ENI de Italia y Novatek de Rusia, que recibió la primera licencia de petróleo y gas en alta mar de El Líbano en 2018.

Un hallazgo de gas sería una gran ayuda para recuperar la economía de El Líbano, que ha estado sumido en una crisis financiera desde 2019. Eventualmente, tal descubrimiento podría solucionar la falla de larga data de El Líbano para producir electricidad adecuada para su población.

¿Cuál es la disputa?

El Líbano e Israel están en desacuerdo sobre la frontera que separa sus zonas económicas exclusivas, un área en alta mar que cada parte puede reclamar para la extracción de recursos.

Israel afirma que la frontera se extiende más al norte de lo que acepta El Líbano, mientras que Beirut busca que se extiende más al sur de lo que acepta Israel, lo que deja un triángulo de aguas en disputa.

Después de que comenzaran las negociaciones indirectas en 2020, tanto El Líbano como Israel aumentaron sus reclamos territoriales. En una carta enviada a las Naciones Unidas, El Líbano dijo que Karish está en una zona en disputa en el Mediterráneo. Israel alega que este campo se encuentra en su zona económica exclusiva.

Israel no puede saquear los recursos de El Líbano

La última gran guerra entre Israel y Hezbolá en El Líbano fue en 2006. Desde entonces, la zona fronteriza ha permanecido en gran parte en calma. Los analistas creen que ambas partes quieren evitar otro conflicto.

Pero, el líder de Hezbolá dijo que la Resistencia libanesa no se quedara brazos cruzados ante el robo de sus recursos de gas, y que Hezbolá “actuaría en consecuencia” si descubriera que el petróleo y el gas libaneses estuviesen en peligro.

La decisión de Israel de extraer gas de las zonas en disputa se produce en un momento en que la guerra entre Rusia y Ucrania ha creado una especie de tensión y polarización en el mundo, una de las más importantes es la esperanza del Occidente de que el Mediterráneo sea una alternativa al gas ruso.

En su discurso, Seyed Hasan Nasralá trató de involucrar a todos los sectores del pueblo libanés en la lucha esencial por defender el país de las violaciones territoriales de Israel.

Este es un momento en que las fuerzas hegemónicas están tratando de aprovechar de las debilidades de El Líbano, por lo que Nasralá pronunció su discurso en un momento crítico para convertir la debilidad libanesa en un factor de poder para neutralizar las conspiraciones de los enemigos contra El Líbano.

Los observadores libaneses creen que Nasralá envió dos mensajes en su discurso, siendo el primero a los líderes políticos y al pueblo libaneses que deben adoptar un enfoque diplomático correcto y unido en las negociaciones indirectas con Israel.

El segundo mensaje fue que la Resistencia está lista a cualquier escenario, y que no importa cuán poderoso sea Israel, este régimen no puede robar la riqueza de El Líbano.

La Resistencia libanesa tiene una capacidad tremenda para neutralizar la conspiración de las potencias mundiales que buscan saquear los recursos de El Líbano desde las profundidades del mar Mediterráneo.

El intervalo entre el final de la guerra de julio de 2006 y las sucesivas victorias del Eje de la Resistencia es largo, todo lo cual llevó a Nasralá a presentar la ecuación de la disuasión con gran confianza.

Por Mohsen Khalif