Publicada: lunes, 30 de noviembre de 2020 13:36
Actualizada: lunes, 30 de noviembre de 2020 14:00

Irán asegura que dará una respuesta decisiva al asesinato de su científico, pues el ataque fue diseñado por un régimen terrorista y ejecutado por criminales.

El viernes, el destacado científico nuclear iraní Mohsen Fajrizade fue asesinado en un atentado acaecido en la ciudad de Absard, del condado de Damavand, situado al este de la provincia de Teherán.

Fajrizade nació en 1958 en la ciudad de Qom, al sur de Teherán, la capital de Irán. Era profesor de física en la Universidad Imam Husein y desempeñaba el cargo de jefe de la Organización de Investigación e Innovación Defensiva (SPND, por siglas en persa) del Ministerio de Defensa de Irán.

Según un artículo publicado por la revista estadounidense Foreign Policy, figuraba entre los cinco iraníes en la lista de las 500 personas más poderosas del mundo.

Además de sus actividades de investigación y proyectos en la industria defensiva, gestionó la producción del primer kit de prueba, de fabricación nacional, para el diagnóstico del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.

Irán acusa a Israel y EEUU del asesinato de Fajrizade

En reacción al brutal asesinato de Fajrizade, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, insistió en que había “serios indicios” de las atrocidades cometidas por el Mossad israelí, que ha ultimado a varias élites científicas del país persa.

El ataque terrorista contra nuestro científico fue indudablemente diseñado y planeado por un régimen terrorista y ejecutado por sus criminales cómplices”, escribió en un mensaje en Twitter.

Fajrizade fue mencionado en mayo de 2018 en una presentación del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante la cual repitió alegatos infundados sobre el programa nuclear iraní. Netanyahu describió entonces al científico como el director del programa nuclear de Irán y dijo: “Recuerden ese nombre, Fajrizade”.

Los observadores políticos sostienen que el apoyo incondicional de Estados Unidos y algunos otros países occidentales ha envalentonado a Israel a violar el derecho internacional para cometer asesinatos selectivos, de acuerdo con su agenda expansionista en la región.

Las agencias de espionaje de Estados Unidos e Israel catalogaron a Fajrizade como un hombre clave del programa de energía nuclear de Irán. El diario estadounidense New York Times reveló que Israel había sido uno de los autores intelectuales del atentado.

No estaba claro cuánto podría haber sabido Estados Unidos sobre la operación, pero las dos partes son los aliados más cercanos y han compartido durante mucho tiempo inteligencia sobre Irán, añadió el rotativo.

Israel ha reconocido, en varias ocasiones, que está llevando a cabo operaciones encubiertas de sabotaje contra el programa nuclear iraní.

La condena internacional no tardó en llegar. Diferentes países, como Alemania, Bélgica, Siria, Turquía, Venezuela y Cuba, han censurado en duros términos el ataque terrorista y alertado de las consecuencias peligrosas de esos actos delictivos, que violan tanto el derecho internacional como los derechos humanos.

Objetivo del asesinato del científico iraní

Analistas políticos creen que el ataque contra Fajrizadeh tiene como objetivo detener el rápido crecimiento científico y tecnológico de Irán, ya que este país ocupa el primer lugar en el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el mundo.

Conforme a los informes, cada tres años la producción científica de Irán se multiplica, hecho que muestra que está muy activo a nivel científico.

Otro motivo es poner en peligro una posible mejora de las relaciones entre Irán y Estados Unidos, con el nuevo Gobierno del demócrata Joe Biden, quién ganó las elecciones presidenciales norteamericanas.

Israel y Arabia Saudí están preocupados por el cambio político en Asia Occidental y las consecuencias para ellos, una vez que Biden asuma el poder en Estados Unidos.

El demócrata dejó claro durante su campaña electoral que deseaba volver a formar parte del acuerdo nuclear iraní, que fue negociado por el expresidente Barack Obama en 2015 y abandonado por Donald Trump en 2018.

Las preocupaciones de Israel y Arabia Saudí sobre Irán fueron aparentemente discutidas en lo que los medios describen como una reunión secreta entre Netanyahu, y el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, en la ciudad de Neom, ubicada en el mar Rojo.

Este nuevo acto de violencia pone de manifiesto que las sanciones no fueron efectivas a la hora de detener el progreso de Irán, por lo que los enemigos volvieron a recurrir a su vieja política vergonzosa de asesinatos.

¿Cuáles son las opciones de Irán para responder asesinato de Fajrizade?

Los politólogos afirman que Irán responderá al asesinato de Fajrizade de manera oportuna para proteger los intereses de la República Islámica. El país persa tiene varias opciones. Una de estas es presentar pruebas ante los tribunales internacionales para que se juzgue a los responsables de los hechos.

Otra forma es tomar represalias contra los agresores, y frente a las evidencias de que Israel y EE.UU. estuvieron detrás del asesinato del científico iraní, estos deberán esperar la represalia de Irán.

Los expertos en seguridad precisan que la política de Irán frente a este crimen será una política de disuasión, es decir, responder al crimen de una manera que evite que el agresor repita su modus operandi. Pues, Estados Unidos y el régimen sionista deben sopesar las consecuencias de cualquier crimen antes de cometerlo.

El historial de la República Islámica muestra que la mayoría de quienes llevaron a cabo operaciones en su contra contaron con el apoyo financiero de los países árabes del Golfo Pérsico. No obstante, siempre los autores de los atentados contra Irán fueron detenidos en el extranjero y devueltos al país.

Teniendo en cuenta lo mencionado, Irán tomará represalia por el asesinato de su científico, tal y como hizo cuando EE.UU. mató el pasado enero al teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) en un ataque en Bagdad, capital iraquí.

Por  Mohsen Khalif Zade