• Militares y trabajadores del complejo refinador de Paraguaná, en el noroeste de Venezuela, reciben al petrolero iraní ‘Forest’, 26 de mayo de 2020.
Publicada: miércoles, 27 de mayo de 2020 12:23

Irán simboliza la faceta más humana de una nación implicada con causas de los países oprimidos frente a la doctrina agresiva del capitalismo neoliberal de EE.UU.

En un momento en que el agresivo sistema capitalista neoliberal se está apoderando de las naciones del mundo y saqueando sus recursos naturales a través del despiadado poder militar y codicioso, percibe frente a sí mismo a varios actores internacionales que intentan ofrecerle al resto de las naciones una visión renovada de humanismo, libertad, progreso, desarrollo y dignidad.

En la cima del despiadado sistema del capitalismo neoliberal se posesiona Estados Unidos, que no solo ignora los principios del capitalismo en cuanto a la libre competencia del mercado, sino que también usa la fuerza militar para saquear la riqueza de las naciones y asediarles económicamente. En este propósito, Washington hace uso de todos sus recursos militares, económicos y políticos para privarles a estos mismos países de cualquier posibilidad de progreso a futuro.

Este salvajismo estadounidense incluso ha enfurecido a los aliados de EE.UU. del bloque capitalista occidental, quienes creen que el extremismo norteamericano, que emplea la fuerza militar para lograr sus objetivos económicos por medio del saqueo de los recursos naturales de las naciones a las que les mantiene hambrientos, se ha desviado de los principios del capitalismo retratando una imagen salvaje de Occidente para otros países.

En contraposición a esta doctrina inhumana neoliberal, se haya un sistema político llamado la República Islámica de Irán, cuyas autoridades basándose en las doctrinas de esta corriente progresista tratan de brindar al orden mundial una nueva faceta humana que difiere mucho de las tesis occidentales que rigen el destino de las naciones, la cual ha estado pagando un alto precio por este objetivo noble durante más de 40 años.

En otras palabras, el sistema político que rige en Irán representa en su conjunto el lado opuesto al modelo neoliberal implantado en la altas esferas del régimen político de EE.UU. en cuanto a que los iraníes son muy determinantes en su defensa tajante de todas aquellas naciones oprimidas del mundo que sufren en carne propia los planes imperialistas, cuyos principios se nutren del modelo establecido en Washington para saciar sus ansias de dominio mundial. 

 

Si bien frente a los muchos países árabes reaccionarios que han ignorado por completo la causa palestina dejándoles a esta nación solos ante las pandillas criminales del régimen sionista de Israel, la República Islámica de Irán ha adoptado una postura humana al defender al pueblo palestino sin prestarle demasiada atención a las secuelas de tal amparo que podría aguardar a su propia población.

Irán se opuso también a la invasión militar estadounidense de Irak (2003) y Afganistán (2001) y, mientras advertía sobre las conspiraciones y planes bélicos de EE.UU. urdidos para la región del oeste de Asia, una mayoría de las naciones del mundo respaldaron ambas agresiones imperialistas o bien con su silencio o bien con su apoyo explícito a tal agravio, cuyas secuelas perduran hasta el día de hoy para estas dos naciones con los que solo unos pocos países se solidarizaron y se mantuvieron a su lado en este difícil trance.

En Siria, cuando la mayoría de los países decidieron intervenirle atacándole por instigación de Estados Unidos y el régimen sionista de Israel, el pueblo de Irán se apresuró a prestar su apoyo incondicional a su homólogo sirio a fin de luchar y mitigar, en la medida de lo posible, los efectos nocivos de un complot terrorista, ejecutado de la mano de diversas organizaciones y bandas extremistas y auspiciadas todas sin excepción por las naciones occidentales y los gobiernos reaccionarios árabes de la región de Asia Occidental, que busca la desintegración de la unidad del país árabe por medio de una desestabilización que allane el camino del desplazamiento de sus pobladores a otras regiones.

Al mismo tiempo, Irán no se lo pensó dos veces a la hora de apoyar al oprimido pueblo de Yemen en su lucha frente a la agresión brutal de una coalición de países, liderados por Arabia Saudí, cuyo bloqueo y asedio ha llevado a esta nación al borde de una “catástrofe humanitaria”.

A diferencia de muchos otros países, Teherán ha criticado en repetidas ocasiones el silencio de la comunidad internacional ante los crímenes de Riad cometidos contra su vecino sureño, cuyos bombardeos indiscriminados sobre la población civil son objeto de denuncia por parte de las oenegés como Amnistía Internacional (AI) o la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW), entre otras entes. 

 

En los últimos tiempos, el mundo ha podido presenciar la manifestación de la crueldad estadounidense en su peor dimensión posible y la faceta más humana de Irán en todo lo relacionado con Venezuela.

La República Islámica de Irán decidida en su empeño de apoyar a la hermana República Bolivariana de Venezuela frente a la embestida imperial de Estados Unidos, envió cinco buques cisterna rumbo a las costas venezolanas para paliar la gran escasez de combustible que sufre el país caribeño a raíz de las medidas coercitivas impuestas por la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, en el marco de su campaña de presión contra el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Si bien Estados Unidos ha impedido a muchos países comprometerse con Venezuela por medio intimidaciones y amenazas de toda índole, Teherán sin titubeos y con una determinación, reservada solo para los pueblos valientes y honrados, se ha dispuesto a brindar su respaldo incondicional a Caracas en plena crisis pandémica del coronavirus, causante de la COVID-19, a fin de mitigar los efectos del bloqueo económico de Washington impuesto en contra de la nación bolivariana.

Dos de los cinco petroleros iraníes, que trasladarán aproximadamente 1,53 millones de barriles de combustible, ya se encuentran en aguas venezolanas: el ‘Fortune’, el ‘Forest’ y el ‘Petunia’, este último entró el martes en las aguas jurisdiccionales de Venezuela, navega escoltado por los patrulleros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para evitar cualquier provocación proveniente de los navíos estadounidenses presentes en la región del mar de Caribe, entre ellas bloquear e impedir su paso en dirección a las costas del país caribeño por orden de las autoridades norteamericanas.  

Con esta gesta que implica el envió de los tanqueros en el marco de la ayuda humanitaria a Venezuela, el Gobierno de Irán, sometido a su vez a draconianas sanciones estadounidenses, ha podido arrollar a la hegemonía estadounidense en la región de América Latina.

De hecho, la medida acertada de Teherán de apoyar al pueblo y Gobierno venezolanos en estos momentos constituye una derrota sonada para el bloqueo económico de EE.UU. sobre la nación bolivariana, ya que, Irán ha dejado claro a Occidente y, por ende a EE.UU., que la era de la política de sanciones toca a su fin y que no puede seguir urdiendo sus políticas coloniales con la imposición brutal de asedios económicos a aquellas naciones que osan enfrentarse a sus planes imperialistas y hegemónicos.

krd/lvs/rba/hnb