“Estamos decididos a comunicar que Turquía nunca dudará en hacer uso de sus derechos soberanos. [...] Aquellos que amenacen a Turquía con sanciones, terminarán decepcionados”, aseveró el sábado Erdogan en un acto público.
Ankara dijo que no les tiene ningún miedo a las sanciones unilaterales de EE.UU. y resaltó el fracaso de todos los planes diseñados en su contra, desde el golpismo hasta las presiones políticas y económicas.
El mandatario turco enfatizó que Turquía acoge con beneplácito el cooperar con todos aquellos gobiernos que traten el territorio turco con el debido respeto y en igualdad de condiciones. “Cualquier país que restrinja a Turquía, tendrá menos espacio para actuar en la región”, advirtió.
Las críticas de Erdogan se produjeron después de que el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, informara el lunes de la imposición de sanciones a Turquía, uno de sus aliados en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por haber adquirido el sistema antimisiles ruso S-400.
La medida provocó la reacción de Ankara que, aunque llamó a resolver el problema a través del diálogo y de conformidad con el “espíritu de la Alianza”, amenazó también con tomar represalias.
Rusia y Turquía finalizaron en diciembre de 2017 un acuerdo sobre la entrega de los S-400, y Moscú concretó en julio de 2019 el envío del primer lote del sistema de defensa S-400 a Ankara. Preocupado por el supuesto “peligro para la seguridad” que representan, a su entender, los misiles rusos para el sistema de la OTAN, EE.UU. ha recurrido desde 2018 a una serie de proyectos de ley con el propósito ulterior de presionar a las autoridades turcas para que cancelen la compra de misiles rusos.
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