La llegada de migrantes de Centroamérica y de otros continentes como África y Asia, se han duplicado, por lo que las autoridades migratorias tienen un gasto excesivo en las deportaciones.
De acuerdo al Instituto Nacional de Migración (INM), se ha incrementado considerablemente la llegada de los migrantes por la Frontera Sur de México desde el 2018.
A pesar de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador puso un muro con la Guardia Nacional para no permitir el paso de indocumentados desde el estado de Chiapas, el problema no se ha podido frenar por completo.
De acuerdo a activistas, lo que preocupa al gobierno federal son las deportaciones, que implica un gasto mucho mayor comparado a darles asilo en el país.
Autoridades del INM gastan aproximadamente 2 mil 600 dólares por cada migrante de Centroamérica que deportan, cifra que se incrementa si el migrante exextracontinental.
Debido al retraso de revisión de documentos por parte de las autoridades, en el caso de los migrantes extracontinentales la situación es más difícil, pues se les ha negado el asilo en el país pero se espera una deportación masiva de estos indocumentados a partir de este mes.
Desde hace más de dos años se ha incrementado al doble la llegada de migrantes por la Frontera Sur de México.
Ahora las autoridades del gobierno federal enfrentan el problema de las deportaciones de los indocumentados, pues el gasto ha sido excesivo y pretenden frenarlo con la Guardia Nacional para evitar el paso de migrantes de manera ilegal.
Lizeth Coello, Chiapas (México).
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