• Fuerzas estadounidenses en una base militar en Irak.
Publicada: jueves, 25 de febrero de 2021 11:00

Un diputado iraquí ve en las divergencias internas en Irak la razón principal de la continuación de la injerencia de Gobiernos, como de EE.UU., en este país árabe.

Hamed Abás, representante de la Alianza Parlamentaria de Al-Fatah, indicó que los problemas internos imperantes en Irak, entre otros, explican la continuación de la intervención extranjera y las violaciones a la soberanía de este país mesopotámico, según recogió el miércoles la agencia local de noticias Al-Maalomah.

Abás alertó que las discrepancias y fisuras entre los partidos políticos debilitan el poder de los mismos para enfrentar las injerencias, que incluyen sanciones contra individuos y movimientos políticos.

Al respecto, enfatizó que preservar la soberanía iraquí se materializa a través de adoptar una poderosa postura política y fortalecer la unidad interna ante cualquier amenaza foránea.

“La unidad interna es un factor disuasorio ante cualquier injerencia extranjera en los asuntos internos del país”, subrayó el diputado, antes de abogar por la creación de las condiciones que allanen el camino para la intervención de otras potencias en Irak.

 

Los iraquíes iracundos de la presencia foránea  

La Cancillería iraquí, en una nota previa, puso de relieve que Bagdad no aceptará intromisiones en sus asuntos internos, especialmente “en temas de seguridad y del estado de sus fuerzas de seguridad que operan bajo la autoridad del primer ministro y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas”.

Los iraquíes han salido en varias ocasiones a las calles de Bagdad, la capital, para exigir la salida de las tropas de Estados Unidos de su país. Durante las protestas, los manifestantes llevaban banderas de Irak y gritaban lemas en contra de EE.UU.

Las marchas antiestadounidenses se intensificaron tras la ofensiva aérea del pasado 3 de enero en Bagdad que acabó con la vida del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), el teniente general Qasem Soleimani; del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y de otros militares.

El atentado, ordenado personalmente por el entonces presidente estadounidense Donald Trump, llevó al Parlamento iraquí a aprobar la expulsión de todas las tropas extranjeras. 

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