Estas instalaciones se unirían a las bases estadounidenses ya operativas de Ain al-Asad (en la región de Al-Baghdadi) y Al-Habbaniya (al este de la ciudad de Ramadi), en la provincia, limítrofe con Deir Ezzor, en el este de Siria, según han explicado hoy viernes fuentes militares a la agencia iraquí de noticias BasNews.
El mismo informante sostiene que la base, que estará ubicada cerca de la ciudad fronteriza de Al-Qaem —directamente al este de la ciudad siria de Abu Kamal— se ocupará de asuntos iraquíes e internacionales en las ciudades río arriba del Éufrates.
Desde la nueva base se vigilarán en concreto las ciudades de Al-Rutba, Al-Qaem, Al-Haditha, Annah y Rawa, el desierto occidental de Al-Anbar y la estratégica carretera internacional de la misma provincia, detalla.
Sobre esta carretera entre Damasco y Bagdad, BasNews recuerda que los Gobiernos de Siria e Irak están trabajando actualmente para reabrirla, tras años de crisis y desestabilización por actividades terroristas.
Vigilando la vía, Estados Unidos podría monitorear los movimientos que se produzcan entre ambas capitales, incluidas las actividades fronterizas, ya que posee bases a lo largo de la referida carretera estratégica.
Bagdad, sin embargo, ha subrayado su fuerte oposición al establecimiento de una base permanente por parte de EE.UU., que lidera una coalición de sus aliados en el territorio iraquí.
La llamada “coalición contra EIIL” dirigida por EE.UU. comenzó sus bombardeos en Irak con el pretexto de erradicar a la banda radical EIIL (Daesh, en árabe), pero ha perpetrado gran número de ataques calificados de “erróneos” contra tropas iraquíes y áreas civiles.
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