Jóvenes de distintas carreras se movilizaron hasta las afueras del parlamento hondureño en protesta contra sus autoridades.
Los estudiantes de la universidad pública representan la fuerza social que queda en Honduras. Aún con las amenazas de expulsión y requerimientos penales, caminaron juntos por una educación superior gratuitita.
Las autoridades universitarias suspendieron las clases durante dos días, para evitar la convocatoria de la dirigencia estudiantil; pero eso no freno a los jóvenes.
En jornadas anteriores los jóvenes sufrieron golpes y amenazas de una empresa de seguridad contratada por las autoridades universitarias, esta vez quienes los seguían de cerca fue la policía.
Los universitarios entregaron a los diputados del parlamento hondureño una iniciativa de reforma a la universidad nacional autónoma de honduras que comprenden una mayor inclusión estudiantil.
En todo momento los jóvenes intentaron mantener el orden para no crear confrontación con la policía, que estaba lista para la represión.
Estas acciones se dan mientras que la fiscalía de la república anuncio que investigara de oficio los enfrentamientos últimos en la universidad, entre estudiantes y guardias de seguridad.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
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