Esta vez, la erupción ha sido algo más leve que la de la semana pasada, tal y como han indicado varios residentes de la ciudad de Catania, que se encuentra junto al volcán.
Durante los últimos días, el Etna ha cautivado la atención de los geólogos y vulcanólogos al arrojar lava, cenizas y rocas de manera regular. Entró en erupción el pasado 16 de febrero, con una columna de ceniza de más de un kilómetro de altura y voluminosas fuentes de lava por la ladera este de la montaña hacia el deshabitado valle de Bove.




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