Este nuevo submarino ruso de ataque y de transmisión diesel-eléctrica, concebido para defender bases navales y cazar otros sumergibles, permanece invisible a sonares enemigos, ha explicado Viktor Chirkov, excomandante de la Flota rusa del Báltico y ahora consejero jefe de la empresa estatal de construcción naval.
La Armada rusa botó ayer jueves al agua su segundo submarino diesel-eléctrico de ataque de “clase Lada”, con muy bajo nivel de ruido y concebido para la defensa de bases y persecución de sumergibles enemigos, informa agencia rusa estatal RIA Novosti.
La nave en sí está diseñada también para atacar objetivos en superficie con misiles de crucero de alta precisión, como los Kalibr-PL.
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