Los manifestantes denunciaron el asesinato de uno de sus compatriotas de 40 años a manos de un grupo de adolescentes en Essex, este de la capital, izando banderas polacas. La semana pasada, varias personas propinaron una paliza mortal a la víctima por hablar en su idioma natal. El hombre recibió heridas en la cabeza y falleció posteriormente en el hospital. La policía arrestó a seis personas por lo ocurrido.
Las autoridades han alertado de una subida de este tipo de delitos (los cometidos por razón de pertenencia a un determinado grupo social, identidad de género, religión, raza, etnia, nivel socio-económico, nacionalidad, ideología o afiliación política y discapacidad) desde que el Reino Unido votara a favor de abandonar la Unión Europea (UE), el pasado mes de junio.
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