• El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, 15 de diciembre de 2016.
Publicada: sábado, 24 de diciembre de 2016 10:52
Actualizada: sábado, 24 de diciembre de 2016 11:17

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, insiste en que el atentado de Berlín no debe obstaculizar el camino de los refugiados a Europa.

"Europa debe conceder asilo a los que huyen de las zonas de conflicto o de los terroristas, y sería improcedente sospechar que todos son terroristas", afirmó el viernes Juncker en una entrevista concedida a los medios del grupo mediático Funke.

Al mismo tiempo subrayó la necesidad de reforzar la seguridad interna de la Unión Europea (UE). "Pero en los tiempos cuando las fronteras ya no representan un obstáculo para los terroristas (…) debemos cooperar más eficazmente a través de las fronteras", señaló.

Europa debe conceder asilo a los que huyen de las zonas de conflicto o de los terroristas, y sería improcedente sospechar que todos son terroristas", afirmó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

En particular, destacó la necesidad de mejorar el intercambio de información para cerrar el camino a los extremistas y cortar sus fuentes de financiación.

Las declaraciones de Juncker se producen en medio de las críticas recurrentes sobre la política de acogida de refugiados de la canciller alemana, Angela Merkel, que se intensificaron después de que un camión embistiera el lunes contra un mercado de Navidad en Berlín, capital alemana, incidente que dejó 12 muertos y 48 heridos.

Merkel calificó de "atentado terrorista" el ataque e indicó que su autor era probablemente un demandante de asilo.

No obstante, la extrema derecha la acusa de haber puesto en peligro a su país al acoger a 900.000 refugiados en 2015. Otros 300.000 llegaron a Alemania en 2016.

De acuerdo con datos confirmados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), una cifra récord de 5000 refugiados se han ahogado en las aguas del mar Mediterráneo en el año 2016.

ACNUR advierte, además, de la posibilidad de que se registre un aumento alarmante en la cifra de las muertes. Las causas son múltiples, desde el uso de embarcaciones de pésima calidad y el mal tiempo, hasta las tácticas empleadas por los traficantes para evitar ser detectados.

Sin embargo, las medidas adoptadas por los Gobiernos europeos ante la llegada de los refugiados han resultado insuficientes convirtiendo el 2016 en el año más mortífero desde el inicio de última tragedia migratoria.

mep/anz/hnb