• Un dispositivo antimisiles de la OTAN.
Publicada: viernes, 6 de mayo de 2016 9:42

La Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) ha puesto en servicio a partir del jueves su sistema de misiles desplegado en Rumania, según reportes.

Con esta medida, fuertemente criticada por Rusia durante toda la fase de desarrollo, ahora la OTAN dispone de un sistema de ataque y defensa misilístico cerca del mar Negro que podría usar en caso de una posible confrontación militar con Rusia.

Pese a que la OTAN ha negado que este sistema haya sido instalado para neutralizar cualquier ataque ruso, en varias ocasiones, oficiales de la Alianza Atlántica y de Estados Unidos han confirmado abiertamente que este despliegue tiene como objetivo contrarrestar el poderío misilístico y nuclear de Rusia.

Habrá una exhibición fuerte del poderío militar en Europa que mostrara la voluntad de la Alianza y esperamos que Moscú lo interprete como lo es en realidad, es decir, la muestra del aumento de la capacidad militar de la Alianza”, dijo Derek Chollet, ex asesor militar estadounidense en asuntos de seguridad internacional.

“Habrá una exhibición fuerte del poderío militar en Europa que mostrará la voluntad de la Alianza y esperamos que Moscú lo interprete como lo es en realidad, es decir, una muestra del aumento de la capacidad militar de la Alianza”, dijo Derek Chollet, ex asesor militar estadounidense en asuntos de seguridad internacional, antes de la inauguración del mencionado sistema de misiles en Rumania.

Por su parte, analistas militares indican que este despliegue, en un hipotético enfrentamiento entre las dos partes, no protegerá de manera efectiva a la OTAN frente a los misiles rusos ya que la mayoría de estos aparatos tiene la capacidad de atravesar varias líneas defensivas de sistemas misilísticos.

Misil balístico intercontinental tipo Topol-M, de fabricación rusa.

 

En los últimos días han salido a luz varios planes de la OTAN para aumentar su presencia militar cerca de las fronteras con Rusia.

Cabe añadir que tras la adhesión de la península de Crimea a Rusia en marzo de 2014, las relaciones entre el Occidente y Rusia han descendido a niveles no vistos desde la Guerra Fría, y las partes se han encerrado en una disputa profunda.

La Alianza acusa a Moscú de apoyar a las milicias del este de Ucrania. El Gobierno ruso rechaza la acusación y sostiene que la Alianza Atlántica está utilizando la situación para acercarse a sus fronteras.

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