La batalla entre la fábrica de Coca-Cola y sus trabajadores en España sigue más viva que nunca. Casi cinco años han pasado desde que la embotelladora cerrara cuatro fábricas y despidiera a más de un millar de personas.
Cientos de ellos se han concentrado frente al Congreso de los Diputados y acudirán si es necesario al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para que se atiendan sus demandas. Desde Unidos Podemos abogan por la derogación de la reforma laboral.
La Audiencia Nacional declaró nulo los despidos y aunque algunos de los empleados fueron reincorporados, siguen sin estar integrados en la organización.
Además, como represalia el gigante norteamericano ha arremetido contra los sindicalistas. La multinacional ha presentado una querella en la que piden tres años de prisión contra Juan Carlos Asenjo, secretario de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.), por delitos de usurpación y coacciones.
El conflicto laboral de la marca de bebidas es uno de los que más interés ha despertado en la sociedad española desde 2014. Un calendario intenso de movilizaciones, ganar varias batallas en los juzgados y una acción intensa en las redes sociales, han sido claves en una marea roja que no cesará en su lucha.
Alejandro Melgares, Madrid.
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