Así han informado este sábado al medio español Europapress, fuentes que estuvieron presentes el jueves en la declaración de Forcadell ante el juez del Tribunal Supremo (TS), Pablo Llarena, que la había convocado por acusaciones de rebelión y sedición en relación con su papel en la declaración de independencia de Cataluña en el Parlamento regional.
Antes de concluir la vistilla en la que la Fiscalía había solicitado medidas cautelares como la prisión y, como último alegato permitido por el juez, Forcadell y al menos tres de los exmiembros de la Mesa del Parlament manifestaron que renunciaban a la unilateralidad con la que se declaró la independencia de Cataluña.
Durante su comparecencia, la presidenta del Parlament asumió la aplicación del artículo 155 de la Constitución que conllevó a la disolución de la Cámara legislativa autonómica. Además, las consecuencias jurídicas que, a su juicio, tiene la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) que fue aprobada el pasado 27 de octubre, y a la que se habría referido como “simbólica” y “declarativa”.
Según fuentes de su entorno, Forcadell no ha acudido a la manifestación proindependentista de este sábado celebrada en Barcelona por consejo de su abogado, después de que el viernes, tras depositar una fianza de 150.000 euros, saliera de la cárcel en la que había ingresado el jueves por la noche por orden del Tribunal Supremo.
La jefa legislativa catalana, durante su declaración, se comprometió a mantener su actividad política en el marco constitucional. De hecho, este sábado ha trascendido que se inclina por no repetir como candidata en las elecciones autonómicas del 21 de diciembre, por lo que probablemente no formará parte de la lista de de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), según fuentes de ese partido soberanista.
Este último giro, puede servir para que el juez no atienda a la totalidad de la solicitud de la Fiscalía y adopte medidas cautelares más leves.
Entre tanto, el destituido presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont —quien está en libertad condicional en Bélgica y que sobre él pesa una orden de arresto—cuestionó el viernes la democracia española y repudió la medida judicial de prisión contra Forcadell.
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