El fondo de capital riesgo norteamericano Blackstone se ha convertido en la primera inmobiliaria privada de España. A finales de agosto adquiría el 51 por ciento de los activos inmobiliarios del Banco Popular, y alcanzaba los 12.000 millones de euros en activos. Una nueva operación de Blackstone en la que hacía honor a su fama de fondo buitre.
Pero Blackstone ya se había tristemente conocida en España unos años antes. En 2013, adquirió 1860 viviendas protegidas de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) del Ayuntamiento de Madrid. La operación todavía envuelta en la polémica.
Los inquilinos de las viviendas municipales se percataron del cambio de propietario cuando debían renegociar su contrato de alquiler. A través de su filial, Fidere, Blackstone aumentó el precio de la mensualidad, y no dudó en desahuciar a quien no podía pagar. Arancha Mejías, que vive con sus padres en una de estas viviendas, se convirtió en la portavoz de los afectados.
Pero enfrentarse a una gran empresa puede tener consecuencias. Los padres de Arancha no tardaron en recibir una carta de desahucio.
Tras pasar por los juzgados, Arancha y su familia consiguieron quedarse en su piso. Pero muchos de los nuevos inquilinos de las viviendas propiedad de Blackstone temen el inminente aumento de sus alquileres.
Eduardo López-Jamar, Madrid.
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