“Lo que está claro en estas negociaciones es que Irán no aceptará demandas más allá del marco del acuerdo nuclear y no entrará en discusión alguna sobre temas más allá del PIAC [o JCPOA, acrónimo en inglés de Plan Integral de Acción Conjunta]”, ha señalado este lunes el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, en un artículo para Iran Daily respecto a la nueva ronda de las conversaciones de Viena (Austria).
En este contexto, ha asegurado que esta oportunidad de dialogar para reactivar el PIAC no es una “ventana que permanecerá abierta para siempre”, y EE.UU. y los tres países europeos, a saber, el Reino Unido, Alemania y Francia, deberían entenderlo bien.
De acuerdo con la nota, a pesar de las promesas incumplidas del Occidente y la desconfianza por el enfoque y las políticas poco constructivos de la Casa Blanca, la República Islámica de Irán se esforzará con verdadera voluntad y buena fe en las negociaciones de Viena a fin de lograr un “acuerdo bueno, sostenible y verificable” para el levantamiento de sanciones.
“Es posible llegar a un acuerdo si las otras partes demuestran voluntad política en la práctica”, ha indicado el jefe de la Diplomacia de Irán.
Aludiendo a EE.UU. como el principal culpable de la actual situación, el titular persa ha dicho que el Gobierno estadounidense no ha escatimado esfuerzos para aplastar el acuerdo nuclear, mientras Irán hizo todo lo posible para mantener vivo el PIAC.
En este sentido, ha agregado que, durante las últimas seis rondas de negociaciones, lo que se hizo evidente para Teherán es que Washington aún no comprende adecuadamente que no hay forma de regresar al pacto nuclear sin un levantamiento verificable y efectivo de todas las sanciones impuestas a la nación iraní después de la salida del país norteamericano del PIAC en el año 2018.
La séptima ronda de los diálogos entre Irán y el G4+1 —Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania— ha comenzado este lunes en Viena, donde el país persa persigue la eliminación total de las sanciones estadounidenses en su contra, lo que permitiría la revitalización del acuerdo nuclear, cuya vigencia pende de un hilo, tras la decisión unilateral de Washington de abandonarlo y la inacción de los signatarios europeos del convenio para garantizar los intereses de Teherán.
El jefe negociador iraní en esas conversaciones, Ali Baqeri Kani, llegó el sábado a Viena y volvió a enfatizar que el levantamiento verificable de las sanciones antiraníes es el primer objetivo de la República Islámica en la cita y señaló como segundo objetivo “facilitar los derechos legales de la nación iraní para beneficiarse del conocimiento nuclear pacífico, especialmente la importantísima tecnología de enriquecimiento para fines industriales, de acuerdo con los términos del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP)”.
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