“No haremos una normalización ni acordaremos acuerdos de paz. Por el contrario, estamos a punto de [iniciar] negociaciones para demarcar fronteras y no para normalizar ni para acuerdos de paz”, ha señalado este martes en un comunicado el canciller en funciones de El Líbano, Charbel Wahbe.
Durante décadas, la frontera marítima entre El Líbano y los territorios ocupados por Israel ha sido un tema cadente, ya que Beirut y el régimen de Tel Aviv aún se encuentran técnicamente en estado de guerra. Ambos lados se disputan un triángulo marítimo de unos 860 kilómetros cuadrados para explorar y explotar posibles reservas de gas en el subsuelo del mar de Mediterráneo.
Tras dejar claro que la demarcación de fronteras marítimas es un deber patriótico para evitar a que el “enemigo israelí busque petróleo y gas muy cerca de aguas libanesas”, Wahbe ha precisado en su misiva que las delegaciones de ambas partes no hablarán de forma directa, se comunicarán, de hecho, a través de los representantes de EE.UU. y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el encuentro que se celebrará en la sede de Naciones Unidas en la localidad fronteriza de Naqura.
La nota informativa del que todavía es jefe de la Diplomacia libanesa se ha divulgado después de que el presidente de Líbano, Michel Aoun, hiciera hincapié en que las citadas conversaciones con Israel se desarrollarán de forma indirecta y se centrarán únicamente en asuntos técnicos.
“Estas negociaciones son técnicas y específicas sobre las fronteras marítimas y las discusiones deberán limitarse a esta cuestión en particular”, exigió Aoun. También pidió a los miembros de la delegación negociadora libanesa que “defiendan los derechos libaneses reconocidos internacionalmente”.
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