El martes, la Cámara de Representantes de Estados Unidos puso en marcha una legislación, cuyo objetivo es fortalecer la seguridad nacional y económica del país de cara a competir con China.
Ya con anterioridad, republicanos se opusieron a una versión anterior del proyecto de ley, argumentando que no era lo suficientemente dura para Pekín.
Varios analistas, citados este viernes por el diario chino Global Times, ven detrás de dicha legislación una “represión panorámica contra China, que refleja la actitud unánime de los partidos Demócrata y Republicano en EE.UU. para contener de manera integral el desarrollo de China”.
La nota precisa que las élites estadounidenses están cegadas por la “competencia” con China.
Después de que se anunciara el proyecto de ley, el inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, dijo que ya el país “tiene la oportunidad de mostrarle a China y al resto del mundo que el siglo XXI será el siglo estadounidense”.
Analistas consideran que Biden “está hablando en grande otra vez”, pues al final experimentará una gran decepción, al ver que esa iniciativa no fortalecerá a EE.UU., sino que acelerará su declive.
De acuerdo con expertos, Washington trata de atribuir sus problemas internos y externos a Pekín, en un momento en que se enfrenta a varios desafíos como la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, la inflación, la turbulencia del mercado de valores, la escasez de mano de obra, las tensiones raciales y la división política.
Todo esto mientras China ha advertido una y otra vez que la competencia entre ambos países no es el tema de un mundo posterior a la pandemia que enfrentará nuevos desafíos, ni solventará los problemas que enfrenta el país norteamericano.
De hecho, el gigante asiático ha asegurado que mientras continúe la presión de EE.UU., el pueblo chino seguirá más unido y el país se volverá más fuerte.
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