El diario estadounidense The Washington Post, citando a un funcionario de la Guardia Nacional de EE.UU. bajo condición de anonimato, informó el viernes de que ese cuerpo ha formado una unidad de respuesta rápida con 600 oficiales, en su mayoría policías militares desplegados en los estados de Alabama y Arizona, por el temor a posibles disturbios tras las elecciones: será movilizada si se produce una nueva ola de protestas en el país norteamericano.
Según la fuente del cuerpo, el temor a posibles disturbios surgió a raíz de las críticas al sistema electoral por correo del actual presidente, Donald Trump, que ha adelantado que no reconocerá su derrota en los comicios si hay pruebas de fraude.
Dicha unidad, que también podría usarse para responder a desastres naturales y otras misiones, se creó en septiembre y en un primer momento fue denominada ‘Fuerza de Reacción Rápida’, pero, los altos cargos de la Guardia Nacional decidieron a medida que se acercaban las elecciones presidenciales en Estados Unidos “suavizar” su nombre, rebautizándola ‘Unidades de Respuesta Regional’.
Los miembros de la Guardia Nacional, que están organizados dentro de cada estado y territorio, podrían ser llamados a realizar control de multitudes, salvaguardar puntos de referencia o hacer cumplir los toques de queda, según los roles que ya han tenido este año.
Algunos de ellos también podrían desplegarse en la capital estadounidense (Washington D.C), si Trump decide repetir su plan de junio y reunir una fuerza militar para asociarse con las fuerzas federales y locales.
Si bien, The Washington Post señala que sus capacidades no son suficientes para brindar una respuesta como la que vivió Washington en junio, sí podrían ser movilizados con urgencia para proporcionar apoyo adicional a las fuerzas locales en caso de disturbios.
Las elecciones presidenciales de EE.UU. se celebran este 3 de noviembre, pero la población estadounidense tiene dudas sobre si el proceso electoral se desarrollará correctamente, pues Trump ha hecho crecer la sospecha de un posible fraude en las votaciones por el sistema postal, una opción elegida por muchos ciudadanos en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Trump ha puesto en duda la fiabilidad de la próxima elección presidencial, argumentando que las papeletas de la votación por correo conducen a un fraude electoral masivo, e incluso sugirió a sus partidarios que voten por correo y luego en persona el día de las elecciones, pese a que sufragar dos veces constituiría un delito grave.
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