El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Seguridad Cibernética de EE.UU. (CISA, por sus siglas en inglés) han anunciado este miércoles en un comunicado que los piratas informáticos han accedido a los sistemas electorales estadounidenses.
La CISA, que es parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de EE.UU., ha afirmado que se ha accedido a las redes gubernamentales e incluso ha reportado el “acceso no autorizado al sistema de apoyo electoral”, pero, al mismo tiempo, ha aseverado que, pese a esto, “no hay evidencia hasta la fecha de que la integridad de los datos electorales se haya puesto en riesgo”.
Los piratas informáticos utilizaron “encadenamiento de vulnerabilidades” en el que explotaron varios puntos débiles en los sistemas para obtener acceso, incluida una vulnerabilidad de Red Privada Virtual (VPN) y una falla en el protocolo Netlogon de Windows.
Las redes afectadas por este ciberataque incluyen redes federales y gubernamentales, locales, tribales y territoriales, infraestructura crítica y organizaciones electorales.
Según el comunicado, el FBI describe a los piratas informáticos como “agentes de amenaza avanzada (APT, por sus siglas en inglés)”, un término que, según los expertos, suele estar reservado para las unidades de piratería informática patrocinadas por el Estado.
Asimismo, antes de las elecciones del 2016, los hackers lanzaron varios ataques contra los sistemas de registro de votantes para las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Además, horas antes de los comicios presidenciales en noviembre, una empresa de seguridad de EE.UU. reveló que el sistema electoral del país es vulnerable a los ataques cibernéticos.
Esto ocurre un día después de que la red social de Twitter anunciara el martes la suspensión de una serie de cuentas que afirmaban ser partidarios negros del actual presidente estadounidense, Donald Trump, por infringir sus reglas sobre spam y manipulación.
Trump afirmó el 27 de septiembre que no quiere ser un “estúpido” y entregar pacíficamente su cargo en caso de perder las elecciones, razón por la cual varios expertos en temas electorales y estrategas de todo el espectro político, temen cada vez más que se dé la posibilidad de que el actual presidente de EE.UU. cuestione abiertamente la legitimidad de los resultados de los comicios o se niegue a ceder su cargo a su rival demócrata.
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