Se trata de algunas restricciones de visas impuestas por la Administración estadounidense presidida por Donald Trump, a trabajadores extranjeros muy buscados por las firmas tecnológicas, con alta capacidad, según han informado este jueves las organizaciones profesionales que las habían impugnado ante la justicia.
“Agradecemos que la corte reconoció el daño real e inmediato que estas restricciones han significado para los manufactureros y detuvo esa política equivocada hasta que la corte pueda considerar completamente el asunto”, ha afirmado Linda Kelly, una miembro de la Asociación Nacional de Manufactureros.
La limitación impuesta por Trump se extendía hasta el 31 de diciembre y afectaba a varios permisos temporales, incluyendo la visa H-1B para personas con talentos especiales, muy utilizada por la industria tecnológica.
Además, tales restricciones golpeaban a la mayoría de las visas de la categoría J, destinada a académicos e investigadores, y a los permisos L, utilizados por empresas para llevar a trabajadores que están en el extranjero hacia Estados Unidos.
Desde que asumió a la presidencia, Donald Trump ha utilizado las órdenes ejecutivas para imponer políticas de “tolerancia cero” sin pasar por el Congreso. Con este instrumento ha intentado impulsar su proyecto de muro fronterizo, penalizar a las ciudades santuarios, establecer deportaciones expeditas, endurecer los requisitos de asilo, vetar la entrada de ciudadanos de países musulmanes, revisar el programa de visas y reducir la cuota para la entrada de refugiados.
Es más, desde el inicio del brote del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, la Administración Trump ha aprovechado la pandemia de letal enfermedad para aumentar las restricciones a gran escala sobre la inmigración, incluido el cierre parcial de la frontera entre EE.UU. y México, la detención de la emisión de nuevas tarjetas de residencia para la mayoría de los inmigrantes y la suspensión de visas de estudios y de trabajo.
Hay quienes creen que la Administración Trump está explotando la crisis para fines políticos, racistas y xenófobos, ya que muchos de los estudiantes afectados son personas de color. Incluso se piensa que la medida tiene como objetivo limitar la inmigración legal de grupos “no blancos” a Estados Unidos.
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