• Director del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU. habla sobre COVID-19 en el Departamento de salud, 25 de febrero de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: miércoles, 26 de febrero de 2020 15:53

Las autoridades de salud de Estados Unidos advierten de una mayor propagación del nuevo coronavirus dentro del país, mientras que la Casa Blanca lo desestima.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU. advirtieron el martes de que es “inevitable” que nuevos casos de coronavirus surjan dentro del territorio estadounidense y afirmó su constante preparación para frenar esta enfermedad.

Al respecto, las autoridades han declarado el estado de emergencia en San Francisco (oeste de EE.UU.) por el denominado COVID-19. En la ciudad de Miami, ubicada en el estado de Florida, varios hospitales confirmaron su disposición para atender un eventual brote.

El diario local Washington Post anunció en su edición del martes que los líderes de salud expresaron advertencias similares a las del CDC a un grupo de senadores durante una sesión informativa a puerta cerrada. La legisladora Patty Murray (Washington) dijo que las autoridades aseguran que hay “una gran posibilidad de un brote extremadamente grave del coronavirus aquí en Estados Unidos”.

 

Según el diario capitalino, las autoridades de salud han informado que, de momento, EE.UU. tiene en depósito 30 millones de mascarillas de protección pero necesita otros 270 millones más, por lo que han instado al Congreso a aprobar un presupuesto de 2500 millones de dólares, solicitado por el Gobierno para combatir la propagación del coronavirus.

Entre tanto, la cadena local CNN, citando el mismo martes a Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias, del CDC, afirmó que en EE.UU. hay 57 personas diagnosticadas con el coronavirus.

Las advertencias de los funcionarios e institutos nacionales de salud norteamericanos, contrastaron notablemente con las evaluaciones del presidente estadounidense, Donald Trump, y otros funcionarios de la Casa Blanca, que rechazan en gran medida las preocupaciones sobre la difusión del virus en EE.UU.

Durante su viaje al Foro Económico Mundial en Suiza en enero, Trump desestimó las preguntas sobre el impacto del coronavirus en los Estados Unidos.

“Lo tenemos totalmente bajo control”, dijo Trump a CNBC y, cuando se le preguntó sobre un caso confirmado en el estado de Washington, dijo: “Es una persona que viene de China. Lo tenemos bajo control. Va a estar bien”.

La Casa Blanca encubre la cifra exacta de los afectados mientras insisten en acusar a otros países, como a Irán, de no informar con transparencia sobre la difusión del virus en su territorio nacional.

Un medio estatal chino subrayó el lunes que Washington oculta a los estadounidenses la verdad sobre el contagio del coronavirus en su país.

Por su parte, la estación de televisión TV Asahi Corporation de Japón sugirió el sábado, en un informe, que el nuevo coronavirus podría haberse originado en EE.UU. El reporte arrojó la sospecha de que algunos de los 14 000 estadounidenses que murieron de influenza en la última década podrían haber contraído el coronavirus de manera desconocida, avivando así los temores y las especulaciones de que el nuevo COVID-19 podría haber surgido en el país norteamericano.

Los más de 80 000 casos a nivel mundial han llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a alertar a los países de que se preparen para una potencial pandemia.

msm/ncl/rba