• Presidentes de China Xi Jinping (izda.) y de EE.UU. Donalad Trump, en Florida, 6 de abril de 2017.
Publicada: sábado, 21 de julio de 2018 15:32
Actualizada: sábado, 21 de julio de 2018 17:02

China aspira a reemplazar a EE.UU. como “principal potencia del mundo” y sopesa una “guerra fría” contra Washington, advierte un alto funcionario de la CIA.

“Los chinos buscan reemplazar a Estados Unidos como principal potencia del mundo. (…) Lo que están librando contra nosotros es fundamentalmente una guerra fría”, ha declarado Michael Collins, asistente adjunto del Centro de Misión del Este de Asia de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), publica la cadena CNN.

China desea que todos los países del mundo se pongan de parte de Pekín y no de Washington a la hora de decidir sobre sus intereses en asuntos políticos, dijo el funcionario de la CIA el viernes en el Foro de Seguridad de Aspen, en Colorado (oeste de EE.UU.).

Este enfoque, agregó, muestra que los chinos buscan un conflicto con EE.UU., pero a su juicio no de tipo militar, sino un conflicto en el que Pekín usará todas sus posibilidades en los sectores público y privado, tanto en lo económico como en lo militar, para debilitar la posición del país norteamericano.

Los chinos buscan reemplazar a Estados Unidos como principal potencia del mundo. (…) Lo que están librando contra nosotros es fundamentalmente una guerra fría”, dice Michael Collins, asistente adjunto del Centro de Misión del Este de Asia de la CIA.

 

Collins criticó asimismo que el Gobierno del presidente chino, Xi Jinping, recurra a todos los medios para competir con EE.UU. y minar su influencia en el mundo.

Las tensiones comerciales entre ambos países se han convertido en guerra comercial, especialmente a partir del 6 de julio, cuando Washington empezó a imponer aranceles del 25 % a algunos bienes chinos. El mismo viernes, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con imponer tasas aduaneras a todas las importaciones hechas desde China.

Las autoridades chinas ven en las acciones de Estados Unidos la intención de imponer su dominio y “reprimir” su crecimiento económico y desarrollo científico y tecnológico.

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