En una entrevista concedida el miércoles a la cadena británica BBC el exanalista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, John Nixon, el encargo de interrogar al expresidente de Irak tras su detención en diciembre de 2003, reveló los detalles de los primeros interrogatorios al depuesto presidente iraquí.
Nixon describió al exdictador iraquí como un cúmulo de contradicciones"; apunta que también conoció "el lado humano" de Husein y que la imagen que se formó de él contradice a la creada por los medios estadounidenses.
"Fue una de las personalidades más carismáticas que he encontrado. Cuando quería, podía ser encantador, agradable, gracioso y amable", indicó Nixon. No obstante, admitió que al mismo tiempo era rudo, arrogante y desagradable cuando perdía la paciencia.
En este sentido asegura que, siendo uno de los pocos que le ha estrechado la mano tanto a Bush como a Husein, preferiría pasar tiempo con el exdictador iraquí.
Fue una de las personalidades más carismáticas que he encontrado. Cuando quería, podía ser encantador, agradable, gracioso y amable", indicó el exanalista de la CIA, John Nixon, el encargo de interrogar al expresidente de Irak tras su detención en diciembre de 2003.
De acuerdo con el exagente el tema más importante de los interrogatorios fue la presunta existencia de armas de destrucción masiva en el país árabe.
Eso era "lo único que quería saber la Casa Blanca", pero tras sus conversaciones con Saddam y sus asesores y después de investigar, el experto llegó a la conclusión de que el programa nuclear de Irak había terminado años antes de la invasión.
Por lo tanto, la misión de su equipo se consideró un "fracaso", y el propio agente ni siquiera fue invitado a reunirse con el entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, hasta 2008, cuando la Oficina Federal de Investigación (FBI) llegó a las mismas conclusiones.
El presidente Bush estaba "aislado de la realidad", afirma el exagente de la CIA. "Yo antes creía que lo que decía la CIA era importante y que el presidente escucharía, pero no importa lo que decimos, la política vence a la inteligencia", sintetiza.
Asimismo, asegura que se siente avergonzado de la situación creada en Irak tras el derrocamiento de Husein. Asevera que la Administración de Bush no pensó en lo que pasaría después de que EE.UU. invadiera Irak.
Por último, Nixon argumenta que teniendo en cuenta el reciente surgimiento del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), la región (Oriente Medio) estaría mejor si Hussein se hubiera mantenido en el poder.
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