La Administración demócrata de Joe Biden está dispuesta a cambiar las políticas de Washington sobre La Habana, anunció la Casa Blanca el jueves, tras cuatro años en que el expresidente Donald Trump arreció las sanciones comerciales contra la isla y volvió a incluirla en la lista estadounidense de patrocinadores del terrorismo.
“Nuestra política hacia Cuba se rige por dos principios. Primero, el apoyo a la democracia y los derechos humanos, algo que será el foco de nuestros esfuerzos. En segundo lugar, los estadounidenses, especialmente los cubanoamericanos, son los mejores embajadores de la libertad en Cuba. Así que, revisaremos las políticas de la Administración Trump”, señaló la portavoz de la Casa Blanca Jen Psaki.
Cuba que está bajo un embargo estadounidense desde 1962, sufrió durante el mandato de Trump una cascada de sanciones económicas orientadas a perjudicar la economía del país y a forzar un cambio de gobierno.
Entre las medidas lanzadas por Trump destacan el aumento del bloqueo y las sanciones a Cuba, sobre todo entre 2019 y 2020, imposición de multas a bancos extranjeros que operan con La Habana, restricciones de viajes de EE.UU. a Cuba, —incluyendo los culturales y educativos—, y la obstaculización al envío de remesas y su limitación, y el castigo a empresas extranjeras con negocios en el país.
A finales del pasado diciembre el entonces secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo, anunció la decisión del Departamento del Estado de volver a considerar a Cuba como uno de los patrocinadores del terrorismo internacional, después de sacarlo de la lista negra en 2015 durante la gestión del expresidente Barack Obama, debido a la normalización de los nexos bilaterales.
A su vez, varios países y distintas organizaciones, la Unión Europea (UE), entre ellas, criticaron esta decisión al subrayar que eso solo va a agravar la situación de los cubanos en medio de la pandemia y de las medidas económicas para la unificación de la tasa de cambio de divisas.
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