“Me avergüenza no haber podido recompensarles debidamente por su enorme confianza. Mis esfuerzos y mi devoción no fueron suficientes para sacar a nuestro pueblo de medios de vida difíciles”, manifestó el sábado Kim Jong-un en un discurso con ocasión del 75.º aniversario de la fundación del gobernante Partido de los Trabajadores.
No obstante, prometió proteger la confianza “tan grande como el cielo y tan ancha como el mar” que le ha dado su pueblo, aun cuando él no ha podido responder de manera adecuada a tan altas expectativas.
El líder norcoreano abordó también el tema de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19, y entre lágrimas se declaró “agradecido” porque desde el comienzo de esta crisis sanitaria, “ni una sola persona” ha dado positivo en Corea del Norte.
Kim puso su esperanza en que los países de todo el mundo logren combatir con eficacia la pandemia y deseó a los “queridos compatriotas del Sur” que superen la crisis sanitaria y que ambos países puedan volver a “darse la mano”.
El 26 de julio, Corea del Norte reportó su primer caso sospechoso del nuevo coronavirus, luego de que el 19 de julio de 2020 un desertor, potencialmente infectado con el letal patógeno, regresara de manera ilegal a la ciudad de Kaesong, tras haber huido a Corea del Sur en 2017.
A principios de julio, Kim aseveró que el éxito de este país en la lucha contra el coronavirus se debía al “liderazgo provisor y alto sentido de unanimidad, mostrado por todas las personas que se mueven como una sola por orden del Comité Central del Partido”.
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