• El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, habla en Bogotá, la capital, 28 de junio de 2022. (Foto: Getty Images)
Publicada: viernes, 1 de julio de 2022 15:53

Con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia, Colombia tiene ahora otra oportunidad para recuperar la paz detenida durante los últimos cuatro años.

Colombia tiene una larga experiencia en la documentación del conflicto. De hecho, el país ha vivido al mismo tiempo una guerra contra las guerrillas y otra contra las drogas.

De acuerdo con cifras del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), desde el 7 de agosto de 2018 —día en que se posesionó Iván Duque como presidente en Colombia— hasta el pasado 4 de junio, fueron perpetradas 261 masacres que dejaron 1144 víctimas.

Asesinan a un diputado del Partido Liberal de Colombia en Arauca

En un nuevo episodio de violencia en Colombia, un diputado del Departamento de Arauca y militante del Partido Liberal de Colombia, ha sido asesinado en el norte del país. Carlos Alberto Hernández fue asesinado el jueves por un grupo de hombres armados que lo interceptaron en una vía y le dispararon a quemarropa.

Mientras tanto, los expertos dicen que la llegada a la Presidencia de Gustavo Petro, quien ha expresado su disposición para hacer reformas en el país sudamericano, abre nuevas puertas hacia la paz en Colombia.

“Tras cuatro años de una paz suspendida, la paz tiene una segunda oportunidad”, ha afirmado el investigador Gonzalo Sánchez, doctor en sociología política y autor del reciente libro “Caminos de guerra, utopías de paz” al rotativo alemán Deutsche Welle (DW).

Petro insistió en su campaña electoral en el fin del conflicto armado en Colombia. El mandatario electo dijo en su momento que, de ser elegido, su Gobierno reconocería los protocolos del acuerdo de paz del gobierno del expresidente Juan Manuel Santos con las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y que iniciaría el proceso de paz integral con todos los actores de la violencia.

Además, ha destacado la necesidad de la creación de las condiciones para avanzar en un diálogo y negociación eficaz con los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Petro también ha llamado a unir a todas las fuerzas políticas del país para, primero, dejar a un lado la polarización, y segundo, llegar a consensos para ejecutar muchos de los programas que necesita el país en materia económica, social, educativa y de paz.

El plan de paz del gobierno entrante también gira en torno al sometimiento de grupos que han sucedido el negocio del narcotráfico y que son herederos del paramilitarismo, incluyendo la creación de la jurisprudencia necesaria para el desmantelamiento de estructuras como el Clan del Golfo o las Autodefensas Gaitanistas de Colombia. En este contexto, Petro plantea un diálogo internacional para manejar este problema desde una perspectiva diplomática y alejada de la violencia.

Es más, el presidente electo ha discutido el fortalecimiento de la fuerza pública y la calidad de vida de sus integrantes en especial el de los más vulnerables, para lograr la paz total en el territorio nacional.

nkh/tqi