SN10, el último prototipo del cohete pesado Starship de SpaceX, alcanzó los 10 kilómetros de altura, tras despegar desde Boca Chica en el estado de Texas, sur de EE.UU., y logró regresar a la Tierra sin problemas visibles.
Sin embargo, el artilugio estalló en pedazos unos ocho minutos después de aterrizar. El aparato es la opción de SpaceX, propiedad del magnate Elon Musk, para viajar a Marte.
Se trata del tercer intento de aterrizaje de este tipo que terminó en una bola de fuego, después de un vuelo de prueba exitoso para el Starship, desarrollado por SpaceX para transportar astronautas y 100 toneladas de carga en futuras misiones a la Luna y Marte.
Los otros dos prototipos, el SN8 y el SN9, estrellaron al momento de tocar tierra en diciembre y a comienzos de febrero.
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