• El Ejército Popular de Liberación (EPL) de China durante un desfile militar. (Foto: The Peoples Daily)
Publicada: viernes, 27 de noviembre de 2020 0:22

China condena cualquier tipo de cooperación entre EE.UU. y Taiwán y advierte que no permitirá a ninguna fuerza que invada o desintegre su territorio nacional.

El portavoz del Ministerio chino de Defensa, Ren Guoqiang, ha dejado claro hoy jueves que la unidad territorial es un caso que reivindica todo el pueblo, por lo que Pekín “se opone firmemente” a cualquier intercambio formal o vínculo militar entre Estados Unidos y Taiwán.

Nunca permitiremos que ninguna persona o fuerza invada la tierra santa de nuestra patria o separe parte de ella”, ha aseverado.

El vocero ha hecho énfasis en que el Ejército Popular de Liberación (EPL) enfrentará cualquier acción separatista y defenderá resueltamente la soberanía y la integridad territorial del país.

La advertencia del Ministerio castrense de China se ha producido un día después de que el presidente Xi Jinping ordenara al Ejército fortalecer el entrenamiento en condiciones reales de combate y aumentar la capacidad de ganar guerras.

 

China insta a EE.UU. a comprender plenamente la alta sensibilidad de la cuestión de Taiwán, a respetar el principio de una sola China, deteniendo inmediatamente sus vínculos con la isla para evitar daños graves a las relaciones Pekín-Washington, así como la estabilidad en la zona del estrecho de Taiwán.

En agosto, el secretario de Salud de EE.UU., Alex Azar, viajó a Taipéi, luego en septiembre, lo hizo el subsecretario de Estado, Keith Krach. El domingo, la agencia de noticias británica Reuters, citando a dos fuentes que hablaron bajo condición de anonimato, informó de la supuesta visita a Taiwán del contralmirante Michael Studeman, que supervisa la inteligencia militar en el Comando Indo-Pacífico de las Fuerzas Armadas de EE.UU. 

China ha aconsejado a Washington de “no jugar con fuego” al apoyar a Taiwán, llamándole a que frene todo tipo de contactos diplomáticos y militares con la isla, considerada por el gigante asiático como una provincia rebelde y una parte indivisible de su territorio.

Pekín repudia cualquier actividad separatista en la isla que, en los últimos tiempos, cuenta con apoyo explícito de EE.UU. y no descarta recurrir al uso de la fuerza para reunificar dicho territorio.

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