Lula ha arrancado este sábado su campaña electoral, oficializando que ya es precandidato presidencial, a cinco meses de los comicios del próximo octubre.
En declaraciones formuladas en un acto en Sao Paulo, el exmandatario (2003-2010) ha presentado a su compañero de fórmula, Geraldo Alckmin, del Partido Socialista Brasileño (PSB).
“Estamos dispuestos a trabajar no solo por la victoria el próximo 2 de octubre, sino para la reconstrucción y transformación de Brasil, que será mucho más difícil que ganar la elección”, ha asegurado.
Ha destacado que su intención es acabar con la “política irresponsable y criminal” del actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
En efecto, ha denunciado las políticas de Bolsonaro, entre ellas su “sumisión a los negacionistas” de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, lo que “ha relegado a Brasil como paria del mundo”, ha agregado.
Además, le ha acusado a su rival ultraderechista de promover “la intolerancia, la discriminación y la violencia” y de “arrebatar la soberanía energética” del país, con su intención de privatizar la petrolera estatal Petrobras.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) regresa a la palestra, después de haber recuperado sus derechos políticos por decisión del Tribunal Supremo. De hecho, fue condenado en 2017 por supuestos cargos de corrupción.
Por esta razón, fue inhabilitado como candidato cuando era el favorito en las encuestas para las presidenciales de octubre de 2018, de las que salió victorioso Bolsonaro.
Lula se postula también como favorito en las encuestas, frente a Bolsonaro, e incluso un reciente sondeo indica que el expresidente izquierdista ganaría las elecciones en primera vuelta.
Lula recibe amplio apoyo de partidos
Hasta ahora, además de su propio partido, Lula ya ha recibido el apoyo del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) y el Partido Verde (PV), que forman una federación con el PT, el Partido Socialista Brasileño, además de la Red Sostenibilidad (REDE), el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y el Partido Solidaridad.
De hecho, Lula ha considerado imprescindible que la coalición que se discute en torno a su candidatura sea lo más amplia posible y permita que, en caso de victoria, cuente con el respaldo de una base parlamentaria alineada con las ideas de su eventual Gobierno.
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