El presidente de facto de Brasil, Michel Temer, pronunció este martes su discurso ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (AGNU), y ha destacado que “la situación de los derechos humanos en Venezuela sigue deteriorándose”.
Tal y como se tenía previsto, el mandatario brasileño se ha referido a la crisis política que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela y de la cual habló el día anterior con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y otros presidentes latinoamericanos de clara tendencia liberal.
“La situación de los derechos humanos en Venezuela sigue lamentablemente deteriorándose”, ha señalado Temer, el primer presidente en tomar la palabra, como es la tradición en la mayor cita diplomática del mundo.
Brasil está junto al pueblo de Venezuela, donde “no hay lugar para alternativas a la democracia”, ha dicho Temer, quien está denunciado por corrupción y fue el artífice del impeachment de su predecesora, Dilma Rousseff.
La situación de los derechos humanos en Venezuela sigue lamentablemente deteriorándose”, ha señalado el presidente de facto de Brasil, Michel Temer, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), en Nueva York, EE.UU.
“Estamos del lado del pueblo venezolano (...). Ya no hay más espacio para alternativas a la democracia”, ha agregado el presidente de facto acusado de liderar una organización criminal en su gobierno y con la popularidad por el piso, en apenas 5 %.
Seguidamente de Temer, prosiguió su discurso el mandatario norteamericano, Donald Trump, que siguiendo la retórica de su homólogo brasileño ha señalado que el Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, “ha impuesto un gran sufrimiento en el pueblo venezolano”.
Por otro lado, se supo hoy martes que Perú ha convocado a 12 cancilleres de la región para abordar en la ONU la situación venezolana. Según la Cancillería peruana, la cita está confirmada para mañana miércoles en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York.
Los cancilleres invitados son de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Paraguay, que en agosto reunidos en Lima suscribieron una declaración y denunciaron el “quiebre democrático” en Venezuela.
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