“La condena del sheij Ali Salman tiene una clara motivación política y busca enviar un mensaje a los demás e indicar que incluso las demandas legítimas y pacíficas para la aplicación de reformas no quedarán sin castigo”, ha anunciado este martes el subdirector del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y el Norte de África, James Lynch.
De hecho, el titular ha urgido a la inmediata puesta en libertad del líder bareiní, sin precondición alguna: “el sheij Salman es preso de conciencia y nunca debe ser juzgado”.
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