Los manifestantes mostraron su indignación por la decisión del Alto Tribunal de Apelación de Baréin, gritando consignas contra el régimen de Al Jalifa y prendieron fuego a la bandera del Reino Unido.
Las protestas, realizadas a lo largo del país árabe, exigieron la inmediata liberación de todos los presos políticos, sobre todo de Ali Salman, condenado en junio de 2015 de cuatro años de cárcel en primera instancia.
A pesar de que se trataban de manifestaciones pacíficas, las fuerzas de seguridad bareiníes lanzaron botes de gases lacrimógenos para reprimir y dispersar los concentrados.
Por su parte, los abogados del secretario general de Al-Wefaq consideraron de inaceptable la sentencia, calificando casi del doble de la sentencia en su contra.
El Alto Tribunal de Apelación de Baréin repitió las acusaciones anteriores contra Salman; promover la violencia, abogar por el cambio de régimen e insultar a empleados del Ministerio del Interior.
Desde la detención de Ali Salman el 28 de diciembre de 2014 bajo la acusación de buscar derrocar al régimen de Manama y colaborar con las potencias extranjeras, las organizaciones pro derechos humanos denuncian constantemente los arrestos arbitrarios de los activistas políticos en Baréin, incluido de Salman.
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